Otura
Elefuundere (Otura Ofun)
Mi Kokorogun
arbusto con espinas
El mensaje de
Ifá para Meeeye
Cuando va a la
granja para recoger semillas eburo
Se le aconsejó
ofrecer ebo
Ella obedeció
Algunos
recogieron 20 semillas eburo
Algunos
recogieron 30 semillas
Algunos
recogieron 50 semillas
Meeeye era
capaz de recoger una sola semilla
HISTORIA:
Meeeye y sus
colegas fueron a la granja en busca de semillas Eburo. Algunos de sus colegas
encontraron y recogieron 20, algunos recogieron 30, otros recogieron 50, pero
Meeeye encontró y recogió solo una. Ellos se estaban burlando de ella, por el
hecho que no podía vender una sola semilla en el mercado, y si lo hacía, el
dinero no le sería nada comparado con lo que ellos harían.
Cuando estaban
a punto de cruzar el puente improvisado, de regreso a casa, Meeeye cayó en el
arroyo y la semilla eburo se le salió de la mano. Ella la persiguió, hasta que
se encontró con una gran ciudad. Le sacaron de la corriente y le preguntaron
cuál era su misión. Ella explicó su odisea. Le dieron tres pequeñas calabazas y
le pidió que regresara a su casa. Se le pidió que al llegar a su casa, golpeara
la calabaza contra el suelo. Ella lo hizo. En la primera calabaza eran perlas
costosas, en la segunda calabaza encontró oro y diamante y en la tercera
calabaza eran prendas de vestir costosas - Meeeye tuvo éxito al instante.
Ella compartió
parte de su éxito con su gran amiga. La amiga no estaba satisfecha con lo que
le había dado. Pidió Meeeye que le explicara exactamente cómo hizo para tener
su éxito, Meeeye le dijo. La amiga le devolvió todo lo que Meeeye la había
dado.
La próxima vez
que se fueron a buscar semilla Eburo, esta amiga se fue con ellos. Vio muchas
semillas, pero solo recogió una. A su regreso a casa, ella echó la semilla
eburo en la corriente y saltó a la corriente para conseguirlo. Siguió la
semilla hasta que llegó a la gran ciudad que Meeeye vio la última vez. La
sacaron de la corriente. Ella les dijo que había venido para que la hicieran
tan exitosa como a Meeeye. Le dieron tres calabazas y le pidieron que la
golpeara el suelo al llegar a su casa.
No pudo esperar
llegar a casa, por su impaciencia y en el camino lanzó una de las calabazas
contra el suelo, al romperse, un enjambre de abejas salió y le picaron sin
piedad, mientras corría. Tiró al mismo tiempo la segunda y tercera mientras
corría, hormigas y serpientes salieron y la mordieron hasta que murió.
"nadie
puede comparar su suerte a la de Meeeye al ir en busca de las semillas eburo en
la granja".
S. Popoola
Omuluabi
Ifá
nos ha dejado un legado de gran sabiduría. Entre tantas y tantas enseñanzas,
existe un consejo para aquellos que están experimentando tiempos difíciles. Hay
una forma de vivir estos momentos, una manera más tranquila y el secreto tiene
que ver con la actitud.
Existen muchas
formas de ENVIDIA. Puede ser simplemente la incapacidad de tolerar los logros
de los demás, o puede incluir el deseo de que nosotros tengamos esos logros.
Podemos codiciar lo que otra persona tiene y desear tenerlo nosotros, y podemos
incluso desear que la otra persona lo pierda. Existen muchas formas de
envidia. Puede ser simplemente la incapacidad de tolerar los logros de los
demás, o puede incluir el deseo de que nosotros tengamos esos logros. Podemos
codiciar lo que otra persona tiene y desear tenerlo nosotros, y podemos incluso
desear que la otra persona lo pierda.
No te compares
con los demás. Cada persona vino al mundo con una misión y todas son
importantes. Pero, si no puedes dejar de establecer comparaciones entonces
compara tu vida con la de aquellos que tienen menos que tú, es una estrategia
para darse cuenta que has tenido lo suficiente para ser feliz.
Debes ser
original en tus pensamientos, discursos y acciones. Moldear nuestro propio
camino sin copiar el de lo demás. Debes pensar, hablar y actuar de manera
consistente con tus capacidades y en consonancia con tu destino.
Compararse con compañeros
que consideramos mejores que nosotros nos hace ser más negativos en relación a
nuestras competencias, capacidades y cualidades.
Consejos para
que consigas compararte menos y, sobre todo, para que no te afecte tanto:
1. Identifica
en qué situaciones lo haces
Lo primero que
debes hacer es observarte a ti mismo:
¿Cuándo te
comparas con los demás?
¿En qué
contexto lo haces?
¿Por qué lo
haces? ¿Con qué objetivo?
Tratar de
entender con qué propósito nos comparamos.
2. Relativiza
A menudo
comparamos cosas que ni siquiera son comparables. Es importante tener en cuenta
que todos somos únicos y tenemos nuestro propio temperamento, personalidad e
historia. Por lo tanto, no tiene sentido comparar nuestro rendimiento en el trabajo
con el de otra persona
3. Para,
desconecta, respira
La época en la
que vivimos nos incita a compararnos socialmente. Las nuevas tecnologías y
las redes sociales hacen que siempre estemos conectados de manera virtual con
los demás (compañeros, empresas) y en muchos casos se trata de conexiones
ficticias.
4. Valora tus
logros
Es
importante fijarnos objetivos realistas y factibles, y felicitarnos cuando
los alcanzamos.
Nuestro
objetivo con este artículo es ayudarte a que sigas inspirándote en los demás
pero sin infravalorarte ni sentir envidia. Reflexiona sobre la meta que quieres
alcanzar. Párate un minuto y piensa: ¿alcanzarla me hará realmente más feliz?