Principios que debemos tener en presente en todo
momento
Òtùrá ìrètè:
Mostrar gratitud ante la gratitud es el awo de toda
gratitud
Mostrar benevolencia ante la benevolencia es el awo de toda
benevolencia
Quienquiera que no muestre gratitud por la benevolencia de
ayer
Esa persona no recibirá la gratificación de hoy
Esas fueran las declaraciones de Ifá a los 401 Irunmole
Cuando iban a casarse con Ope (gratitud)
La hija de Òrisà Gbowuji (Óbátálá)
También declararon lo mismo a Òrúnmìlà
Cuando iba a casarse con Ope
La hija de Òrisà Gbowuji (Óbátálá)
Yo estoy agradecido, Yo recibí mi gratificación
Yo estoy agradecido por el favor de ayer
Yo recibiré la gratificación de hoy
Òtùra ìrètè, Yo estoy muy agradecido
Para
poder establecer el origen etimológico del término gratitud que ahora vamos a
analizar en profundidad tenemos que marcharnos hasta el latín. Allí
descubriremos que aquel procede del vocablo gratitudo que es fruto de
la suma de dos partes claramente definidas: por un lado, la
palabra gratus, que es sinónimo de “agradable y agradecido”, y por otro,
el sufijo –tudo que es equivalente a “cualidad”.
Gratitud es
el sentimiento que experimenta una persona al estimar un favor o
beneficio que alguien le ha concedido. Al sentir gratitud, el sujeto
desea corresponder el mencionado favor de alguna manera.
El
sentimiento de gratitud está vinculado al agradecimiento, que es la acción
y efecto de agradecer. Este verbo, justamente, significa sentir gratitud. Por
lo tanto, el individuo que siente gratitud desea agradecer el beneficio
recibido.
Este agradecimiento puede expresarse de diversas formas, desde una
simple manifestación verbal (“Muchas gracias por ayudarme”) o una nota escrita
(“Te escribo para agradecerte por el préstamo”), hasta un regalo material
(“Quisiera regalarte este libro en agradecimiento a todo lo que has hecho por
mi padre”).
La
gratitud, en definitiva, puede expresarse mediante palabras, objetos o ritos.
Se trata de un sentimiento de reconocimiento hacia el prójimo o hacia
la divinidad.
Benevolente (del
latín benevŏlens) es aquel que tiene benevolencia (buena
voluntad hacia las personas).
La benevolencia, a su vez, está asociada a la bondad y la cualidad de bueno.
En
concreto, dicho término latino se encuentra conformado por dos partículas
claramente delimitadas y que son las que le dan significado a aquel: “bene”,
que puede traducirse como “bueno”, y el verbo “volo”, que es equivalente a
“querer”.
El
adjetivo, por lo tanto, está vinculado con la inclinación a hacer el bien.
Para la filosofía, el bien es el
valor que se le otorga a una acción. Se trata de un concepto tautológico, con
definición redundante: lo bueno es lo que está bien.
El
sujeto benevolente tiende a hacer el bien. Esto quiere decir que realiza lo
moralmente o éticamente correcto, mostrando empatía con el prójimo. Al ser
benevolente, la persona desarrolla tareas solidarias, ayuda a quienes lo
necesitan y se muestra afectuosa.
Además
de todo lo expuesto, tenemos que subrayar que se considera que toda persona
benevolente se identifica por el hecho de que es capaz de ponerse en el lugar
de otro para entender por qué es de una manera, por qué actúa de determinado
modo o por qué tiene unas ideas y no otras.
De
esta manera, al realizar dicha acción, el benevolente no intenta justificar al
que tiene delante sino que simplemente intenta comprenderlo y ver qué haría él
en su misma situación. De ahí que se puede decir, por tanto, que aquel también
se identifica por ser alguien tolerante con el resto.
Awa dupe o, Awa gbure,
A dupe ana o a o gbore
tone bo Òlódùmarè, Orí Inu, Irunmole, l´egun l´osa
Traducción:
Hemos venido para
demostrar nuestra gratitud,
Hemos venido para
recibir nuestras bendiciones,
Hemos venido para
demostrar nuestra gratitud,
Hemos venido para
recibir nuestras bendiciones,
Demostramos gratitud
por todos los favores de ayer,
Estamos seguros que
recibiremos las bendiciones de hoy Òlódùmarè,
Orí Eni, Irunmole,
l'egun l'osa.
Que buen escrito. Me gusta.
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